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Archive for 21/05/2011

Open Government: sin INFORMACIÓN no hay democracia

Uno de los pilares que une todos los movimientos que se están dando en España (iniciados hace meses en la red, por ciudadanos de a pie, y que como consecuencia han traído las múltiples manifestaciones del pasado 15 de Marzo, así como sus posteriores acampadas hasta el día de las elecciones, 22 de Marzo) provocados por el descontento generalizado con la clase política, el sistema democrático representativo y el capitalismo desmedido, es la ausencia de los principios marcados por el Open Government (oGov) en la vida política española (y de otros muchos países).

Hay muchos problemas que resolver, pero el paso más importante gira en torno a una idea sencilla: Información.

Hemos pasado de una Sociedad Industrial a una Sociedad de la Información, y durante estos días se ha visto claramente la manipulación informativa a la que nos someten los medios de prensa (no dando información hasta que lo ven que lo hacen medios extranjeros, incapaces de separar información y opinión, o directamente mintiendo), provocando un nivel preocupante de desinformación. Por esto es importante tener disponible toda la información en todo momento.

El problema no es a nivel tecnológico, sino a nivel de mentalidad, en especial la mentalidad de nuestros políticos, que tienen su sistema demasiado cerrado que les permite vivir de manera más o menos tranquila, beneficiando a quien les interesa con relativa facilidad, y ejerciendo muchas veces una gestión para unos pocos que choca con la que en teoría su principal función: servir al bien común.

Pero nuestra clase política, tan acostumbrada a hacer despilfarros con el dinero público (en todos los sectores: cine, construcción, I+D, coches oficiales, asesores, ayudantes, dietas, etc.) sin rendir cuentas por ello, verían como esta información sería pública, pudiendo ser examinados por sus electores constantemente («se  les acabaría el chollo»).

¿Que propone el oGov?

  • Acceso a toda la documentación generada por entidades públicas (de manera ordenada y legible). Todo ciudadano podrá saber en que se invierten sus impuestos, esto seguramente disminuirá el descontento a la hora de pagarlos.
  • Comunicación directa entre el gobierno y los ciudadanos. Dialogo abierto entre ambas partes, constante, directo, sin mediaciones (Gov2.0).
  • Uso de tecnologías abiertas. Esto supondría un ahorro en licencias, tanto pagadas por el estado, eliminando ciertos «estándares de facto» que simplemente sirven a los intereses de alguna compañía concreta.

Es más, cada vez que un partido político (ejerciendo cargo público o no) diese un dato o mostrase un gráfico, debería documentarlo, explicando claramente que es lo que está enseñando, y de donde ha sacado la información. Así como debería estar perfectamente detallada toda la información sobre su financiación, ya que nos guste o no, los favores (especialmente los económicos) siempre se terminan cobrando.

Hace ya unos años, todo el movimiento en torno al Web2.0, centrado en la participación del usuario (el ciudadano) en la generación de contenidos, fue un paso natural hacia la «democratización de la información», y esa misma capacidad de participación e información es la que se está demandando en la gestión democrática del país.

Wikileaks nos ha enseñado mucho de lo que ya sospechábamos, como se teje la política detrás del telón, mediante tratos y presiones alejados del interés general. Y como muchos gobiernos (empezando por el de USA) han luchado por silenciar sus comunicados, no deja de ser algo muy indicativo de la situación en la que estamos.

Posiblemente ha llegado el momento de pasar a una Democracia Participativa y dejar atrás la Democracia Representativa. Y actualmente, nuestra forma de participar es ir a votar, cada uno lo que considere mejor.

¡A las urnas!

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